JASÓN Y LOS ARGONAUTAS
Preocupada por la seguridad de su hijo, la madre de Jasón le envió
en secreto a la cueva del sabio centauro Quirón. Cuando creció, Jasón se
presento para recuperar el trono, cubierto por una piel de pantera. Llevaba una
lanza en cada mano y el pie izquierdo sin sandalia. Pelias sintió la punzada
del terror, pues el Oráculo le había aconsejado que desconfiase del hombre que
sólo llevase una sandalia. Jasón se acercó al rey y le reclamó el trono que le
pertenecía legítimamente. Pelías podría haber matado al joven de inmediato,
pero probablemente habría ofendido a los dioses y transgredido las leyes de
hospitalidad. Así que Pelias, uso su astucia y le pidió que antes le trajese el
Vellocino de Oro del carnero que antes había llevado Frixo y Hele desde Grecia
a Cólquide. Este colgaba de un árbol y era custodiado por un maligno dragón. Si
lo traía consigo, Pelias le entregaría el reino. El pacto estaba sellado.
Pelias no confiaba en la vuelta del joven, pensó que perecería y que no tendría
que renunciar a su trono.
Pero
Jasón estaba dispuesto a lograr su cometido cuando aceptó la misión, de manera
que construyó un gran navío, capaz de llegar a la Cólquide , a toda su
tripulación. La nave ( el Argos) se construyó pronto, en Tesalia con madera
cortada en el Pelíón. La pieza de la proa era un trozo de encina, procedente
del bosque donde Zeus hacia sus oráculos. Ese trozo de encina tenía el don de
la palabra y podía profetizar.
Con
ayuda del Oráculo de Delfos y de la diosa Hera, Jasón reunió a los Argonautas,
sus aliados para el viaje. Todos ellos son personajes famosos por sus hazañas:
Orfeo, el músico, que había de marcar el compás a los remeros; Tifis, el
piloto, el adivino Idmón, los hijos de Boréas, Cástor y Polúx, Heracles, etc.