MIRADAS EN EL ESPEJO
Evelyn empieza sus estudios
de posgrado
en
una escuela de Arte de Estocolmo. Vive
con
otra chica. Anteriormente ya ha tenido
problemas con
la alimentación. Está
preocupada
porque cree que está gorda,
aunque
pesa unos 55 kilos. Empieza a
contar
todas las calorías de lo que ingiere.
Se
obsesiona, hace ejercicio, pasa hambre,
hasta
que estos desórdenes empiezan a
pasarle
factura: tiene mareos, se le
oscurece
la vista... Y en la escuela se dan
cuenta.
Evelyn es ingresada, aunque ella
cree
que no le ocurre nada y que a pesar
de
pesar poco más de 30 kilos, aún está
gorda.
Todo el relato está escrito en forma
de
diario, y es así como se ve el
encarnizado
combate que se desarrolla en la
mente
de la chica. El lenguaje es el usado
por
una chica de 18 años.
Se trata de un relato autobiográfico, de hecho María Hede no es novelista, es la única novela que ha escrito. La novela cuenta magistralmente lo que pasa por la mente de su autora en relación al peso y la comida, como se va convirtiendo poco a poco en obsesión y cómo esta obsesión la va llevando poco a poco a la muerte.
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